domingo, 22 de marzo de 2009

Creer. Cada mañana.


"Hay algunas cosas que el miedo no me ha hecho hacer. Una es correr de aquí."

No soy nada especial. Tengo miedo. Siempre tengo mucho miedo. A veces camino en la calle y el pánico se posesiona de un lugarsillo dentro de mí al verme rodeado de extraños. Es una pelea que no puedo ganar. Es como David contra el gigante, pero fuera de la Biblia.

A veces temo a fracasar en la vida, pero luego miro a la vida a los ojos y todo deja de importar. El idealismo se me cuela por el cuerpo y entro a un estado de absoluta pureza y claridad: la bruma del ideal ha abandonado mi cuerpo dejándome solo realidad y perspectiva. Adivino el futuro y me encuentro triunfador, flotando entre los hombres, hinchado de victorias, transpirando satisfacción.

A mi lado se encuentra ese demonio de trece caras. Me sostiene cuando no encuentro un soporte. Me levanta cuando desmayo. Me empuja cuando el viento sopla fuerte. Diluye los venenos cuando se termina el antídoto. Ese demonio. Esas trece hermosas caras...