martes, 24 de noviembre de 2009

A quien corresponda:

"Las burbujas de tu soda ya no causan sensación."

A veces olvido lo que en realidad eres. A veces olvido tus máscaras. Olvido lo que quiero olvidar, pues prefiero sinceramente conservar esa imagen que tengo de ti. ¿Por qué? No lo sé, si no significo nada para ti. No entiendo por qué me apura tener que verte bien. No entiendo por qué debería recordar ese insignificante momento en que intercambiamos no más de 20 palabras. Entre los dos.

Tampoco sé por qué me empeño en quedar bien contigo cuando sinceramente no me interesan en lo más mínimo tus historias, tus frases, tus saludos o tus pasos. Soy tan patético. Desgraciadamente tendré una vida larga.

Nadie me esta obligando a nada, me he obligado yo solo. Eso es lo que más me atormenta. Es lo que más me frustra. No poder hacer nada contra mi propia voluntad. Eso de la voluntad inquebrantable tiene más contras que pros.

Al menos he podido aceptar muchas cosas que no vale la pena hacerte saber, pues realmente no te gustarán, y eso ya es algo. Por ahora es todo ¿sabes?, pero no me quedaré así. No volveré a mover un dedo por ti.