miércoles, 22 de octubre de 2008

Maneja, maneja, maneja.

Y qué pasará con todas las hojas que caerán en otoño? Será su muerte en vano o alguien dirá que ha valido la pena?




Tengo tantas cosas en la mente y algo me impide sacarlas. Si, ahora entiendo lo que es la frustración, la impotencia.

Soy un imbecil, si. Pero hay mil clases diferentes de imbéciles. Sabes que por mucho que me guste el otoño siempre habré de preferir el invierno y eso nunca nunca cambiará. Y no es una simple cuestión de gustos, sino de principios.

Una comparación póco acertada, pero la idea la puedes oler entre las letras. Espero.