
Desayuno continental. No. Pero desayuné lo que quería desde hace tiempo con quien quería desde hace tiempo. Fue otro lugar, otra ciudad, incluso me atrevería a decir que otro país y en otros tiempos. Presencié algo desagradable después de un gran desayuno. Al parecer, el paso de los años esta vez, en lugar de convertirse en experiencia, se convirtieron en estupidez y obstinación.
Pasó.
Fue divertida la decisión. Acertada: Volamos, vimos el agua caer sobre la espuma que se encontraba sobre el cristal. Montamos la máquina. Corrimos en busca del preciado metal. Lo conseguimos y depositamos en la gran alcancía y la emoción al saber que pronto tendremos un recuerda-recuerdos nuevo nos invadió.
Quiero que el único recuerdo que me recuerde seas tú.
Cafeina y círculo de hilarantes imágenes proyectables. Diversión.
Más cafeina en compañía a gigantes y nuestro día juntos terminó.
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