martes, 29 de julio de 2008

Soy.

Me gusta pensar que soy una buena persona. Que mis intenciones son casi siempre las mejores, pero que, cuando no lo son, se debe tener cuidado conmigo. Me gusta pensar que pienso más que los demás. No me refiero a nivel de inteligencia sino a cantidad (lo cual a veces significa lo contrario) pero pensar en una gran cantidad de cosas que los demás no pensarían.

Soy ese al que a los demás les es fácil lastimar (de manera física o sentimantal), pues no se defenderá. Lo que no saben es que realmente no me interesa defenderme. Lo hecho hecho esta, y respondiendo con la misma estupidez no se arreglará nada. Como ya dije, soy de los que piensa.

Soy quejumbroso. Que si el calor, que si el sol, la humedad, el dolor de cabeza, de cuello o de pies. Que si el cristianismo o el catolicismo o los tibetanos o los judíos. O que si todos son de cualquier forma lo mismo. Que si dios es imaginario, verdadero. Ninguno o, de alguna forma, los dos.

Soy el que gusta de hablar de nada. Soy el que disfruta reír y por lo mismo, no lo hace frecuentemente, pues prefiero disfrutarlo lo necesario cuando lo hago, que hacerlo a cada momento y perderle el chiste.

Soy el que lo último que busca es lastimarte. Soy el que no es igual. Soy, sin embargo, al último que vez cuando más necesitas (y no por voluntad, sino porque simplemente nunca nadie me ve). Soy el que pasa inadvertido. El que es todo lo del mundo, pero en realidad no es nadie.




Soy el único habitante real del universo. El que, al preocuparse por cómo es por otros rincones, no envía naves y satélites, sino solo sueña con imaginarlo. El que no se complica haciendo conjeturas que al final de cuentas nunca descubrirá si estan bien o mal, pues realmente no me importa.

Soy lo que tu no eres.

1 comentario:

shalala_la_la dijo...

cuando lei esto pense cosas muy muy cursis asi que por tu bien no las pondre

te amo demasiado pepe