sábado, 18 de abril de 2009

Noche, colores.

Se envuelve en hojas de mango, caídas hace algunos cientos de estaciones. Cae de la nube en la que se encontraba hasta hoy. Muere en la nada, justo a mitad del cielo. Donde suponen que Se encuentra.

No hay arpas ni sol brillante, mas tampoco es oscuro. Hay cierto equilibrio inquietante del que pocos estan al tanto. Nadie flota, planea, nada o camina, sino todo lo contrario. A veces estan y a veces se ausentan. Siempre en la misma proporción. Siempre incontrolable, siempre siguiendo el mismo patrón.

Las letras, la tinta, el papel o las paredes, la mano, la mente y el cabello enmarañado.

Dicen que lo rojo será blanco y alterará mi aspecto. Dicen que tengo que talar el bosque, que tengo que ser lo más antinatural que me sea posible para que sea correcta mi forma de vivir, pero no entienden que para vivir no hay forma, fórmula o receta a seguir. Para vivir simplemente se debe respirar. Ya no se requiere caminar, sonreír, sentir o pensar. A veces ni siquiera respirar por ti mismo (supon que los tiempos cambian).

Aquellos días de hermoso sol terminaron. Aquellos días de juegos inocentes y travesuras de cartón han llegado a su fin. Aquellos días de otoños entrañables e inviernos perfectos acaban de irse a la mierda.

Ahora solo hay que esperar.

1 comentario:

aamb dijo...

Supongo que también tendré que esperar, no quiero pensar que mis dias tambien se fueron a la mierda, pero extraño el no estar en un lugar monótono y el no estancar mi mente con pensamientos que me crean problemas.






te amo demasiado