lunes, 4 de agosto de 2008

Día de ayuno.

Creo que para algunas personas, un día de ayuno es bastante bueno. No soy de esas personas, debo aclarar, pero tampoco fue tan malo.

Estoy cansado. Necesito más agua -pienso-. Creo que dentro de poco he de caer rendido sobre mi extraña y poco confortable cama. Debo pensar qué hacer mañana, después de todo, es un día especial. Mucho. Es uno de esos días que jamás creí que llegaría. Es mucho tiempo ya. Bastante (al menos para mí)! Pero no demasiado. Nunca será demasiado.

Ahora. Cuál fue la razón por la cual no comí? No desayuné por las prisas. No comí porque lo olvidé. No cené porque tengo flojera...

Todo bien.

El apetito ha sido olvidado el día de hoy. Solo me afectó un momento. Es mayor la emoción que el apetito. A decir verdad, es mayor cualquier cosa que el apetito. Creo que es solo un capricho del cuerpo. Una necesidad es comer. El apetito es un capricho. El hambre es otra cosa muy diferente: es un verdadero problema.

Otra necesidad es beber agua. La sed es un problema tambien. En estos momentos tengo mucha sed. Y esa no la puedo ni quiero ignorar, pues podemos vivir más tiempo sin probar bocado que sin beber algo.

Mmm... iré por agua.

No hay comentarios: