-¿Nunca te has preguntado el por qué de esa doble negación? Para nosotros ser nada y no ser nada es lo mismo. Es extraño.
-¿Sabes? Sí que lo he hecho. Pero luego miro al cielo y, al no ver nada, pienso en aquel viaje que tuvimos por carretera. Íbamos en el asiento de atrás y veíamos el cielo asombrados. Nunca jamás he vuelto a ver tantas estrellas como aquel día. Nunca he vuelto a sentir nada parecido. Quise llorar ante tal perfección, me parecía aplastante, pero te tenía a mi lado. Tomaste mi mano fuertemente y volví a salvo de ese inmenso laberinto de luces.
-Y bien, ¿qué era lo que me decías?
-Ya no recuerdo.
-Era algo que involucraba una doble negación, ¿no?
-De verdad, olvídalo, no lo recordaré jamás.
Y así sucedía cada vez. Ella a punto de terminar con todo. El, al prestarle más atención a la estructura de las frases que a el sentido que estas tenían, se iba por la tangente. No lo hacía a propósito, esa era su naturaleza. Entonces ella recordaba algo maravilloso que la jalaba de vuelta a la realidad.
Y así sucedió cada vez.
1 comentario:
Pues la realidad es maravillosa y sabes a que me refiero. ya extrañaba tus textos, me preguntaba todos los días si había algo nuevo y hoy que de casualidad encuentro esta compu prendida me decido a checar y me encuentro con esto, lo cual me alegro mucho porque hace tiempo que no escribías de esta forma y te quedo muy bonito. Bueno en 15 min te marcaré.
te amoo
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