miércoles, 2 de julio de 2008

Bob y su hígado que explotó.


Últimamente me llegan cosas a la cabeza. Que si arriba o abajo, que si fue o vino. Que si los vivos o los muertos, que si nos vamos a Zurich o nos quedamos en Praga.


Pero ambas son lo mismo. Cualquier lugar es lo mismo. Más chico, más grande, más frío, más seco, más poblado, más cómodo, pero al final, lo mismo. La gente igual no vale nada. Solo unos cuantos se salvan de todo eso y por suerte los tengo a mi lado.

Hoy descubrí que unos no pueden siquiera moverse. Que tienes que ser tu quien se moleste en hacerlo, pues tu cerebro aún funciona correctamente. Que tu aún puedes leer, escribir, contar, hablar, actuar, sonreír, querer, ser sincero y no tanto un actor. Ser frío por convicción y no por necesidad. Reír de las cosas simples de la vida como tambien de las estúpidas. Ver y escuchar a la razón y el sentimiento al mismo tiempo o por separado. Que puedes ser y hacer más (mucho más) que un cuerpo que camina con su (ya poca) conciencia contaminada por diversos factores.




Que puedes morir y reírte de la muerte. Que si mueres solo es por decisión propia y no porque te has visto obligado a.



Por eso me cago en el mundo y solo agradezco por lo y los que tengo.

1 comentario:

shalala_la_la dijo...

y yo agradesco que estes conmigo

te amo demasiado pepe