jueves, 28 de agosto de 2008

Desequilibrio.

Últimamente he sentido que mi alma se empieza a separar de mi cuerpo.




Sí. He llegado a ese punto donde el alma siente que ya lo tiene todo y debe pasar al siguiente plano. Lo malo es que el cuerpo, el recipiente, no esta listo aún para terminar su misión. No por voluntad, sino porque simplemente no es hora.

Al cuerpo le falta volar, correr, caminar, gatear, gritar, llorar, sufrir, golpear, ser golpeado, sangrar, entrar, salir, volver a hacerlo, dejar marcas... El cuerpo se siente incompleto y le tiene envidia al alma. Una relación de desigualdad y envidia.

Ha sido tanto tiempo de pensar, reflexionar, reír, juguetear... que el alma simplemente ya esta llena, pero en todo ese tiempo el cuerpo raramente se ha mostrado activo. Lo sé, he hecho mal.



Pero le prometo a mi cuerpo que todo lo que necesita viene en camino. Le prometo que no tardará.

1 comentario:

shalala_la_la dijo...

al leer esto pensee en varios comentarios de mi parte, pero si por bien comun no lo hare, te amo demasiado pepe hermoso